miércoles, 11 de mayo de 2011

Pecho a pecho, cara a cara, mano a mano, siempre estábamos así de cerca, muñeca con muñeca, pie con pie, labios que se sentian como en el interior de una rosa, así que ¿como es que cuando llego a mis dedos se siente más que la distancia entre nosotros? En esta cama, estamos a diez mil millas de lejos, he estado pidiéndole a las estrellas por tu corazón. Mejilla con mejilla, lado a lado, estabas durmiendo junto a mi, abrazados, desde el amanecer hasta el atardecer, con las cortinas cerradas y como si fuese nochecita dentro de las sabanas, justo cuando sentía que debía renunciar a nosotros, tu volteaste y me diste la última caricia, que hizo sentir todo mejor y aún asi mis ojos echaron a llorar...

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